Como de costumbre escapo de cualquier tipo de rutina, y ultimamente me vi inmerso en una isla desierta: FUERTEVENTURA. La isla aventurera, una prolongación del desierto africano sobre aguas atlánticas. Los paisajes de arena son infinitos y las luces que el sol dibuja en el cielo reflejan los colores ocres y verdes de la tierra. Las cabras fueron mis mejores amigas.
Visité la vieja capital de Betancuria, que todavia conserva la arquitectura típica de la isla; Corralejo y sus dunas, que cuando hay siroco te ciegan por la arena. Puerto del Rosario y el museo de Unamuno, quien pasó en este desierto su exilio. Pero el paisaje más sorprendente fue aquel de Cofete, donde para llegar la carretera se convierte en camino de arena y pedruscos, el asfalto desaparece y todo se estrecha, menos el paisaje inmenso de las montanas; y mis amigas las cabras TOLON TOLON.
domingo, 25 de abril de 2010
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